Detrás de cada conducta, hay algo que necesitan contarnos

Psicólogo infantil en El Prat de Llobregat

Pedir ayuda a un psicólogo infantil puede marcar una gran diferencia en el desarrollo emocional de un niño, tanto para prevenir dificultades futuras como para abordar lo que ya está ocurriendo.

En nuestro centro de El Prat, contamos con profesionales con formación especializada en infancia, que conocen en profundidad las etapas evolutivas y los retos que surgen en cada una de ellas.

Cuando un niño vive situaciones difíciles o no sabe cómo gestionar lo que siente, ese malestar puede manifestarse de muchas formas: a través de cambios en el comportamiento (rabietas, llanto, impulsividad, hiperactividad…), dificultades para dormir o incluso molestias físicas sin causa médica aparente.

En estos casos, el acompañamiento psicológico permite entender qué está ocurriendo, ponerle nombre a lo que sienten y darles herramientas que les ayuden a expresarse, calmarse y sentirse más seguros.

Además, en muchas ocasiones también es importante trabajar con la familia. Por eso, en nuestro centro ofrecemos terapia familiar y terapia perinatal, para ayudar a construir vínculos más sanos desde los primeros años.

Somos especialistas en terapia infantil

En nuestro centro trabajamos desde una mirada integral, ofreciendo recursos prácticos y acompañamiento emocional, al mismo tiempo que potenciamos sus fortalezas, capacidades y forma única de estar en el mundo.
Nuestro equipo, especializado en psicología infantil puede acompañaros en situaciones como:

¿Cuándo acudir al psicólogo infantil?

En nuestro centro de psicología infantil en El Prat de Llobregat, ayudamos a niños y niñas a comprender lo que sienten, a expresarlo de forma saludable y a adquirir herramientas para su bienestar emocional.

Señales de alerta comunes:

  • Cambios bruscos en el comportamiento: rabietas frecuentes, llanto excesivo, rechazo a normas.
  • Dificultades emocionales: irritabilidad, tristeza prolongada, falta de interés o motivación.
  • Problemas en el aprendizaje: falta de atención, bajo rendimiento escolar, retraso en el lenguaje.
  • Alteraciones del sueño o de la alimentación.
  • Aislamiento social o dificultades para relacionarse.

Consultar con un psicólogo infantil a tiempo puede marcar una gran diferencia en su desarrollo emocional y social.

Cómo trabajamos en psicología infantil

El bienestar emocional es una base fundamental en el desarrollo de niños y niñas, y por lo tanto su forma de crecer, relacionarse y afrontar retos dependerá en gran parte de las herramientas que vayan adquiriendo y del acompañamiento que reciban en los momentos que más lo necesitan.

Por eso, trabajamos desde un enfoque multidisciplinar, combinando las sesiones con el acompañamiento a las familias, y manteniendo una coordinación activa con la escuela u otros profesionales que estén implicados en su evolución (como servicios médicos u otros centros educativos).

El tratamiento se organiza en dos fases:

  1. Primero realizamos una valoración inicial, que nos permite entender la situación y definir juntos los objetivos a trabajar. A partir de ahí, proponemos un plan terapéutico ajustado a sus necesidades.
  2. Después, comenzamos las sesiones individuales con el niño/a y las combinamos con encuentros periódicos con los padres o cuidadores, para orientar, resolver dudas y acompañar también desde casa.

Motivos frecuentes de consulta en niños

Es fundamental que las familias puedan observar si las conductas de su hijo o hija encajan con lo habitual para su edad, o si hay algo que llama la atención y no parece formar parte de su desarrollo evolutivo natural.

Ante la duda, lo más recomendable es consultar con un/a psicólogo/a infantil que pueda valorar la situación desde una mirada profesional y especializada.

También es fundamental tener en cuenta cómo está viviendo el niño o la niña esa situación: si le genera malestar, si interfiere en su día a día o si está afectando su bienestar emocional. A veces, el impacto no está tanto en lo que ocurre, sino en cómo lo siente.

Trastornos del aprendizaje y lenguaje

  • Dificultades en la atención, concentración o memoria: cuando se observa que le cuesta mantener el foco, seguir instrucciones o retener información, tanto en casa como en el entorno escolar.
  • Retraso en el desarrollo del lenguaje o del habla: si el niño o la niña tiene dificultades para expresarse verbalmente, o su forma de comunicarse no se corresponde con lo esperado para su edad, es importante valorar qué está ocurriendo.
  • Problemas en la lectoescritura: dificultades para adquirir la lectura o la escritura de forma fluida pueden afectar no solo el rendimiento académico, sino también la autoestima.

Dificultades en las habilidades sociales

  • Reacciones desproporcionadas o agresivas: cuando responde con enfado, violencia o actitud desafiante en situaciones donde no parece haber un motivo claro o la reacción es mucho más intensa de lo esperado.
  • Tendencia al aislamiento: prefiere estar solo/a, evita el contacto con otros niños o niñas y no muestra interés en compartir tiempo o juegos con los demás.
  • Dificultades en las habilidades sociales: le cuesta iniciar o mantener relaciones con otras personas, no muestra interés en vincularse o evita activamente situaciones sociales.

Dificultades emocionales

  • Apatía o falta de interés emocional: cuando el niño o adolescente muestra desmotivación, desinterés por actividades que antes disfrutaba o una actitud distante ante lo que ocurre a su alrededor.
  • Irritabilidad frecuente: reacciona con enfado o se altera con facilidad ante situaciones cotidianas que, en otros momentos, no suponían un problema.
  • Ánimo decaído: se percibe triste, desganado/a o más apagado/a de lo habitual durante un periodo prolongado de tiempo.

Dificultades de conducta

  • Conductas externas llamativas:
    Se muestra muy inquieto/a, impulsivo/a o con reacciones intensas de enfado, agresividad o rechazo a normas. También pueden aparecer regresiones en el comportamiento o una actitud desafiante constante.
  • Alteraciones del sueño y del miedo:
    Tiene dificultades para dormirse, sufre pesadillas o terrores nocturnos. Puede presentar miedos muy intensos ante situaciones que no suponen un peligro real, afectando a su día a día.
  • Señales emocionales y relacionales:
    Se observa más apagado/a, con poco interés, irritable sin motivo aparente o con dificultades para expresar lo que siente. A veces prefiere aislarse o muestra conductas más infantiles que antes.

Somos tu centro de psicología infantil en el Prat

Si deseas obtener información adicional, te invitamos a una sesión telefónica informativa sin costo ni compromiso alguno. En ella, podrás conocer de primera mano cómo trabajamos en nuestro centro y resolver cualquier duda que puedas tener sobre el proceso terapéutico. Nos gustaría que nos explicaras tu motivo de consulta, de modo que podamos brindarte el asesoramiento y la información necesarios sobre cómo podemos ayudarte.

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